NEW POSSIBILITIES to NEW MEDIA

Por: Marilyn Payrol Morán.

Corrían los primeros años del tercer milenio cuando en Cuba algunos artistas comenzaron a explorar las posibilidades de los denominados Nuevos Medios. Después de sucederse con relativa asiduidad -atendiendo a su carácter iniciático- muestras colectivas centradas en este tipo de prácticas como Off line (2006), Red (2008), Un mundo feliz (2009) y Open Score (2012) –estas dos últimas incluidas en el programa de la Décima y Oncena Bienal de La Habana, respectivamente-, pareciera que el arte neomedial en la isla se había instaurado sin mayores contradicciones que las que supone la creación desde un contexto offline con marcadas carencias tecnológicas.

Mas, lo cierto es que la atención prestada a los Nuevos Medios en Cuba por la crítica y la institución no ha trascendido mucho más allá de aisladas experiencias exhibitivas o de pocas líneas teóricas. Ambas, por demás, se han debido al empeño de contados nombres, en su mayoría, de los propios creadores. Valdría citar, en este sentido, a los artistas Luis Gómez, Rewell Altunaga, Kevin Beovides quienes a menudo se han aliado a críticos y comisarios como Dannys Montes de Oca o Frency Fernández. Asimismo, es resaltable la labor desarrollada en los últimos años por Cristina Figueroa Vives que ha insistido en la investigación de los nuevos medios y en la exhibición de algunas de sus variantes como el Glitch Art o el Big Data, agenciándoselas, incluso, para traer a la isla exponentes cimeros como Lev Manovich, Cristina Garrido, Yucef Merhi y Mark América y propiciar el diálogo de estos con jóvenes creadores cubanos.

Ante un panorama tal de casi nulidad institucional en el proceso de acompañamiento de esta dimensión contemporánea del arte, y bajo la pretendida preferencia de las galerías y centros legitimadores del circuito en la isla por un arte de perfil “comercial” (como si cualquier producto con una buena gestión no fuera valuable, creo que se está confundiendo comercial con tradicional), es fácil esperar un enfoque inconsistente y disperso del asunto.

De hecho, ha tenido que ser desde la gestión privada o desde proyectos personales –insisto- afiliados más tarde (o no) a la institución para asegurar su pervivencia o su mayor impacto, que se han desarrollado las únicas dos plataformas centradas en el seguimiento del arte de los Nuevos Medios en Cuba. A saber, el Laboratorio de Nuevos Medios en la Facultad de Artes Visuales de la Universidad de las Artes (ISA) como una iniciativa, en esencia, del propio Luis Gómez, la cual ha mantenido desde el 2005 como fuente de producción y desarrollo del arte neomedial restringido al ámbito académico y el Circuito para la Exhibición, el Desarrollo y la Investigación de los Nuevos Medios (Cedinm) de reciente aparición en el contexto expositivo camagüeyano.

A casi dos decenios de constante y sólida producción artística en el país surge, entonces, el Cedinm. Jorge Luis Santana y Diana Rosa Pérez, sus fundadores, han logrado estructurar un equipo de trabajo que respondiera ya no solo a la organización de un Festival Internacional de Videoarte con carácter bienal, si no a la presión que ejerce la existencia de un centro permanente de investigación, exhibición y promoción de los Nuevos Medios en arte. Sin dudas, una apertura considerable de sus límites. Ello, tomando en cuenta además, el gran desafío que implica el emplazamiento de este espacio a más de 500 kilómetros del circuito capitalino, lo cual no va muy distanciado de la oposición a un paradigma centrista que proponen los nuevos medios en tanto legitimadores de la praxis rizomática, transdisciplinar, colaborativa y expansiva.

En su apuesta por un vínculo entre arte, ciencia y tecnología cuyas oportunidades van desde el enriquecimiento y potenciación de las imágenes y la consiguiente renovación de las fuentes de inspiración para los artistas; la fertilidad de lo tecnológico para la ampliación y democratización de las prácticas creativas y la des¬localización de los espacios de recepción; etc., hasta elementos de orden político y epistemológico fundamentales en la construcción del espacio público contemporáneo, el Cedinm representa con sus frescas iniciativas no solo Nuevas Posibilidades para los Nuevos Medios sino para el arte cubano en su totalidad.

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