Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abecedario
Con él las palabras que pienso y declaro
Madre, amigo, hermano y luz alumbrando
La ruta del alma del que estoy amando…
Gracias a Violeta Parra por prestarnos estos versos. Diez años después de haber vivido la emoción de reunir a medio millar de espectadores en aquella plaza ‒toda colonial, celosamente vestida de adoquines y presta hace más de cinco siglos a recibirnos, a donde unos llegaron por curiosidad, otros llenos de ganas de ser desvirgados, secuestrados, y todos prestos a gozar de una visualidad otra‒, aun no salimos del asombro y FIVAC continúa siendo ese amante fortuito con quien compartimos cada dos años. Continuar leyendo “Gracias FIVAC”